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24 febrero 2023

Egipto - Templo de Abu Simbel


Desde el avión que nos llevó cómodamente desde Aswan a Abu Simbel tuvimos una panorámica increíble del inmenso desierto y aquel océano que es el lago Nasser. 


La obra de recuperación de los templos que iban a ser sumergidos por la presa fue titánica y un éxito de la colaboración internacional. Casi tan titánica como la construcción del gran templo de Ramsés II y el de la diosa Athor, excavados en la roca. 


Los templos fueron trasladados piedra a piedra desde su emplazamiento primitivo hasta el actual. Así se evitó que se perdieran para siempre después de haber sido rescatados también de la arena en 1817. El templo dedicado “a sí mismo” muestra cuatro grandes colosos de 20 metros con la imagen de Ramsés II que vigilan la frontera del Alto Egipto como advertencia a los invasores provenientes del sur.


En el interior los relieves muestran escenas guerreras sobre el valor del faraón en la batalla de Kadesh contra los Hititas en la zona de la Siria actual que tuvo lugar en 1274 AC. 


Atravesamos las dos salas de columnas disfrutando de los relieves, a estas alturas del viaje ya nos considerábamos unos pequeños expertos, hasta llegar al santuario sagrado en el que Ramsés nos dejó un pequeño truco astronómico: Aparece su majestad sentada junto con la tríada titular de dioses y dispuesto de tal manera que el día 21 de febrero, cumpleaños de Ramsés y el 21 de octubre día de su coronación, los rayos de la luz del sol iluminan las estatuas de Ramsés, Ra y Amón, pero no la de Path situada a su izquierda, que lo relacionaba con el inframundo. 


De menores dimensiones, pero de líneas más delicadas está el cercano templo de Athor dedicado por Ramsés II a su esposa Nefertari. 


Mucho debía apreciar Ramsés a Nefertari pues no solo le dedicó un templo, sino que consintió que sus estatuas fueran del mismo tamaño que las suyas. En total 6 estatuas de 10 metros y algunas más “enanitas” de sus hijos.








                                  
Textos: Javier Pérez Sousa                  Fotografía: Carlos Marcos














Egipto-Crucero por el río Nilo

Capítulo 5 basado en el relato escrito por nuestro compañero y amigo Javier Pérez Sousa sobre de nuestro viaje al corazón de Egipto, un formidable trabajo titulado "EN LA TIERRA DE LOS DIOSES VENIDOS DE LAS ESTRELLAS"  

https://www.icai.es/wp-content/uploads/2023/02/EN-LA-TIERRA-DE-LOS-DIOSES-VENIDOS-DE-LAS-ESTRELLAS-21-1-23.pdf 

El río Nilo atraviesa, como un milagro, el inmenso desierto del norte de África. A sus orillas llegaron los primeros humanos que se maravillaron de la vida que surgía cíclicamente en sus riberas y paso a paso también se produjo el milagro de la civilización. Muchos arqueólogos-astrónomos modernos están convencidos de que la astronomía egipcia conocía el desplazamiento de las estrellas producido por el ciclo del eje de la tierra cada ¡25 mil años! Entonces nos preguntamos, ¿Cuándo empezó todo? No lo sabemos, pero con seguridad mucho antes de todo lo que hasta hoy conocemos. 

Aquellos hombres miraban al cielo del desierto cuajado de estrellas y veían en el río sideral de la vía láctea, el río de los dioses reflejo del río de los hombres, un río inalcanzable e inmutable y a tientas, trataron de desvelar el misterio de su existencia durante muchos miles de años. Y en ese esfuerzo de búsqueda y creación construyeron cosas inimaginables y articularon un hermoso y complicado universo virtual como refugio al caos de la vida y a los interrogantes de su existencia. 

A bordo del Acamar, los más inquietos se hicieron amigos del capitán que con su chilaba más parecía un conductor de camellos que de barcos. 


Algo cansados cambiamos la arqueología de profundos pensamientos por el solaz y disfrute de la navegación en la terraza de nuestro buque Acamar. 
Modelo muy conseguido de “caja de zapatos” flotante, aunque una maravilla en cuanto a comodidad. 


Y así fuimos subiendo río arriba hacia el sur camino de Aswan. Muchos barcos nos precedían y muchos nos seguían. Ya se sabe, en el desierto siempre se va en caravana. Y todos disfrutamos del cielo azul, de la preciosa imagen de las falúas a vela surcando el río, de la caída del sol y la salida de una preciosa luna llena que fue compañera de nuestro viaje.

Y navegando, navegando, llegamos a los templos ptolemaicos de Edfú y Kom-Ombo. 


Edfú fue construido en el 237, dedicado al dios Halcón Horus, el hijo de Amón del que ya hablamos, quien, a pesar de que le faltaba un ojo y tenía cara de ave, para los romanos era el mismísimo Apolo. 




Kom-Ombo tiene la particularidad de ser un templo doble, casa de dos dioses. Por un lado, Sobek el simpático cocodrilo protector de los reptiles y los reyes, y por otro Haroeris, que es como una versión antigua de Horus. Ambos templos quedaron sepultados por la arena ¡casi 12 metros! y gracias a ello se conservaron intactos a salvo de nuestra acción destructiva. 


Casi todos los templos Ptolemaicos se edificaron sobre otros más antiguos manteniéndose fieles a la religión y tradición de la arquitectura egipcia, aunque con una delicadeza en los relieves y perfección en los capiteles que sin duda proviene del mundo helenístico. 


Las inscripciones en sus paredes proporcionan información importante sobre el lenguaje, la mitología y la religión durante el mundo grecorromano en Antiguo Egipto. En particular, sus textos dan información sobre la construcción del templo como “Isla de la Creación” y relatan el drama sagrado de la lucha entre Horus y Seth. Nuevamente la lucha del bien y el mal. 



La anécdota del día no fue solo visitar un museo ¡dedicado a los cocodrilos!, sino el recorrido por parejas en las rápidas y viejas calesas tiradas por un pobre rocinante y guiadas por un cochero tan hábil como arriesgado a través de las caóticas calles de Edfú. 



Impresionante la inmersión por el estrecho paso del mercado casi medieval, una preciosidad, con todo tipo de productos de la tierra, inmensas coliflores egipcias y gente que salía no se sabe de dónde como hormigas. Hay que confesar que cuando te veías rodeado por aquella multitud pasabas algo de miedo. 


La noche fue de disfraces y “desfile de modelos” de inspiración árabe. Ciertamente hay que reconocer que echamos el resto. Los había de verdadero lujo, madre mía, ¡Qué nivel! 


Nos reímos a raudales, se pasó fenomenal, y cuando la cosa se empezó a animar con el baile, Hissam (posiblemente) pensó que la juerga podría poner en peligro el horario del día siguiente, y con la excusa de que: ¡Vamos a cubierta que llegamos a Aswan!, se paró la fiesta. Y ahí se quedó la cosa, perdimos el impulso inicial y nos retiramos dócilmente. Había que madrugar para tomar nuestro vuelo a Abu Simbel.


                                  
Textos: Javier Pérez Sousa                  Fotografía: Carlos Marcos

¿Por qué Bagan es el destino más mítico de Myanmar, la antigua Birmania?

Coincido plenamente con Marco Polo quien, cuando visitó estos lugares en 1277, dijo que Bagan es "uno de los espectáculos más hermosos del mundo".  Bagan es, para mí, uno de esos claros destinos míticos que todo viajero debe incorporar en su agenda.  Me considero, por tanto, un ser privilegiado por haber podido contemplar esta llanura repleta de pagodas y por haber disfrutado de tan impresionante belleza.  Bagan es una de las auténticasMaravillas del Mundo, independientemente de lo que apunten otras fuentes.



En esta estepa árida donde el agua es un tesoro,  cubierta de arbustos espinosos, se acumulan los vestigios de 2.200 templos, pagodas, kyaung y otras estructuras religiosas...  La mayorr parte, están  construidas con ladrillo y decoradas con estuco.  Es lo que nos queda de los 5.000 templos que fueron edificados en la edad dorada de Bagan, entre los años 1044 y 1112, es decir, durante los reinados de Anawrahta y de su hijo Kyanzittha.  Los templos fueron erigidos  para gloria del floreciente y próspero reinado y para que los donantes de los mismos ganasen méritos de cara a sus futuras reencarnaciones.   En el interior de las edificaciones, se pueden admirar multitud de pinturas murales e imágenes de Buda con policromías en rojo y dorado.  

Las ruinas medievales de Bagan ocupan un área de 50.000 km2, al este del río Ayeyarwady, que se conoce como "Bagan Archeological Zone".  Al contemplar tanta grandeza en este paisaje de pagodas de colores ocre, uno se llega a imaginar la impresionante civilización suntuosa de los reyes de Pagan.




Si su bolsillo puede permitírselo, elija el Hotel Aureum Palace, situado en el centro de la mismísima Zona Arqueológica.  Una excelente instalación de cinco estrellas  que añade un valor fundamental para hacer de este lugar una experiencia irrepetible.

 
La llegada al valle del río Iravadi en  Myanmar de los Bamar, o birmanos propiamente dichos, se produjo en el siglo IX.  es entonces cuando fundan su primera capital, la antigua Pagan.  Dos siglos más tarde, en 1044, Anawrahta sube al trono y se lanza a la conquista del país, hacia el sur, donde se extendía el poderoso reino de los Mons.  Anawrahta se adueña en 1057 de Thaton, la capital de los Mons, hace prisionero al rey Mon y lo lleva a su capital, Pagan,  junto con su corte y toda la élite del reino. Esto es lo que permitirá a Pagan iniciar una etapa histórica de apogeo y esplendor.  



Se construyeron millares de templos (cuatro millones, según la leyenda).  La obra de Anoratha fue seguida por sus sucesores: Kyaunzittha, Alaungsithu y Narapatisithu.  Finalmente, la ciudad fue saqueada por los mongoles en 1287, cerrando, de esta manera el periodo de unos 240 años de frenesí constructor y de apogeo cultural.

Los birmanos dicen que la region estaba, antaño, cubierta de bosques, pero todos los arboles fueron cortados para hacer andamios y para calentar los hornos de ladrillo, material esencial para la construcción de los templos.




A mediados del verano de 1975, un violento terremoto afectó  al yacimiento arqueológico de la antigua capital real de Pagan, destruyendo algunos templos y dañando otros. Los trabajos de restauración se emprendieron inmediatamente con los medios recabados por birmanos orgullosos de su patrimonio cultural, pero también con ayuda internacional y de la UNESCO. Para los birmanos, Pagan no es un campo de ruinas, sino el símbolo de un mundo que continúa.





Nos dirigimos, en primer lugar al más célebre de los templos, la pagoda de Shwezigon, construida en el siglo XI.  El motivo central del templo es la gran estupa dorada en forma de campana, que se apoya sobre un zócalo cuadrado en forma tres de terrazas.   Esta estupa es el prototipo de todas las que se construyeron posteriormente en Myanmar.  En la pagoda, según las creencias, se guardan las reliquias más sagradas de Myanmar: varios huesos y un diente (Tooth of Kandy) de Gautama Buddha, así como un Buda de Esmeralda procedente de China.  Dedicado a Buda, el templo alberga tambien, en un edificio anexo guardado por un soldado armado, las efigies de 37 nats o espíritus (divinidades birmanas integradas en el culto budista).





Rutilante de blancura y de oro y abierta al culto, la pagoda de Ananda Pahto que es, probablemente, la expresión mas perfecta del arte Mon en su apogeo.  Construida hace 900 años por el rey Kyanzitta, eleva su gran cuadrilátero de ladrillos recubiertos de estuco, precedida en los cuatro puntos cardinales por unos porticos que le dan la forma de planta de cruz griega.  

La tradición dice que Kyanzittha quedó de tal modo maravillado por Ananda que hizo matar al arquitecto para que no pudiera reproducir en otros sitios su gran obra maestra. 



En el interior de Ananda, las ventanas,  inteligentemente dispuestas en los corredores concéntricos,   dejan penetrar la luz y contribuyen a favorecer la ventilación natural de todo el espacio y mitigar el calor exterior. Los corredores está cavados de nichos que albergan estatuas de Buda. Cuatro Budas dorados colosales de 10 m. de altura rematan los grandes corredores monumentales en sus cuatro puntos cardinales.

El conjunto termina con una estupa dorada 50 metros del suelo y un conjunto simétrico de pequeñas pagodas 


En el "OLd Bagan", justo enfrente del Museo Arqueológico, se encuentra el Templo de Gwadawpalin, el más alto de la zona, con una altura de 180 pies.  Con una estructura arquitectónica de dos plantas y es de estilo arquitectónico tardío. 



Sulamani es, también, un templo espectacular, con una atmósfera muy especial provocada por sus pinturas y las impresionantes estatuas de Buda.  Fue construido en 1181por el rey Narapatishitu y combina la forma cuadrada de su planta del periodo antiguo , con un segundo piso de la era intermedia, que busca un efecto pirámide.  En el exterior se observan finos ornamentos de estuco y una abundante decoración. 




En el interior, volvemos a encontrar las tradicionales imagines de Buda en cada una de los cuatros puntos cardinales y en los pasillos interiores observamos una impresionante abundancia de frescos del periodo Konbaung y muchas trazas de frescos de épocas anteriores.   



El enigmático Dhammayangyi Temple, el monumento mejor preservado del lugar.  Es el templo con mayor masa de ladrillos y el que mejor resistió el terremoto del 75.  Fue iniciado por el tirano rey Narathu en 1067, quien ascendió al trono tras matar a su propio padre   Se dice que el propio Narathu supervisaba la construcción y que ejecutaba a los albañiles si era capaz de introducir una uña de sus dedos entre dos ladrillos sin argamasa, ni cemento.  Nunca finalizó su obra porque fue asesinado después de que él mismo ordenase ejecutar a su esposa, una princesa hindú, al desagradarle los rituales hindus.  El padre de la princesa envió ocho hombres para ejecutar su venganza.  El rey ha pasado a la historia como "The king killed by Indians". 




En su ala oeste, se encuentran dos imágenes muy originales de Buda, una al lado de la otra, son las representaciones de Guatama y Maitreya, las vidas históricas y el futuras de Buda. 



 
La Pagoda blanca de Shwe Sandaw tiene forma de campana apoyada en dos bases octogonales que culminan cinco terrazas cuadradas sucesivas en altura.  Esta pagoda guarda uno de los cabellos de Buda traídos desde Sri Lanka. Se puede subir a la plataforma superior para observar la puesta de sol. 

Como podréis comprender a estas alturas del artículo, el relato exhaustivo de todos los templos nos llevaría a escribir un libro sobre esta materia. 



Os invito a que hagáis comentarios y preguntas, con mucho gusto atenderé a vuestras sugerencias y responderé a vuestras cuestiones. Espero que os guste.

No te pierdas mi segundo post sobre la vida en el Lago Inle, en Myanmar ... pulsando este enlace:

La vida en el Lago Inle, en Myanmar

El oro de la Pagoda de Shwedagon, en Yangon

También, he añadido un enlace que te ayude a  planificar un viaje a través de los... "Highlights of Myanmar"








Cinqueterre Inesperado

Después de una reunión del Executive Team con el equipo de dirección de la Región Mediterránea en la Toscana donde asistimos Carlos y yo, nos separamos, Carlos en un coche alquilado para hacer una revisión de negocio de PS en Génova y yo de vuelta a Madrid en avión.

Mi vuelo se canceló y ya no tenía sentido buscar otra combinación, pues al día siguiente tenía que viajar a Milan por la tarde. Así que llamé a Carlos, que estaba a 100 Km. de donde yo estaba, me recogió y nos fuimos para Génova, eso sí en el camino disfrutamos de la visita a la comarca de las Cinqueterre que nos quedaba de paso.

Luis Peregrina.JPG

 

En ese viaje, descubrí una faceta de Carlos, el Carlos viajero, que me sorprendió y me agradó. Fue un viaje tranquilo, relajado y quizás por lo inesperado del mismo muy gratificante, ya que fuimos parando en un montón de lugares, que Carlos previamente tenía planeado y disfrutando de la climatología y el paisaje de Italia del mes de junio.

Luis Peregrina


En agosto de 2017 organicé mi primer viaje a Nepal, uno de los países (hay muchos) que me han fascinado desde niña. Antes del viaje, lo comenté varias veces con Carlos, pues ambos compartimos la afición de viajar y la ilusión de vivir nuevas experiencias por el mundo. 

Pues, ¡cosas de la vida! durante mi estancia en el Parque Nacional de Chitwan (por suerte la última noche de nuestra estancia allí) las inundaciones que estaban asolando el país causaron el desbordamiento del Rio Rapti y la inundación de nuestro hotel.

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Uno de los primeros whatsapp que recibí preguntando por mi situación fue de ¡Carlos! Claro, ¡como no!

María Luisa Nelson

Paris Connection

Cuando Carlos me hizo mi primera entrevista de trabajo para entrar en ABB, allá por el otoño del año 1997, inmediatamente ambos nos dimos cuenta de que nos habíamos encontrado antes. Y enseguida lo ligamos a una ciudad, Paris, y a un evento, la CIGRE, que se celebra siempre en la capital francesa durante  la última semana de agosto de los años pares. Nos habíamos visto los años 94 y 96, cuando hice una de las pocas presentaciones técnicas que los españoles  exponíamos en aquellos tiempos. Y tuve también la oportunidad de compartir con Carlos, como cliente en aquellos tiempos,  un paseo en un crucero a través del Sena, acto social emblema de ABB en la CIGRE. Desde entonces, en los siguientes 20 años que he compartido con Carlos ya en ABB, hemos ido juntos a este evento unas cuantas veces.

París se conoce andando y cuando deambulas, siempre encuentras rincones nuevos menos conocidos que te sorprenden. Esto lo he disfrutado y aprendido con Carlos. Además de que es necesario llevar un calzado cómodo, porque hemos hecho kilómetros y kilómetros juntos recorriendo los Campos Elíseos al acabar las jornadas técnicas.

Durante esas largas conversaciones, hemos hablado de casi todo, la familia, de viajes, de nuestra experiencia del ICAI, de la evolución y cambios de ABB en estos 20 años,.. pero sobre todo de clientes. Compartimos esa visión y enfoque de poner los clientes siempre lo primero, y en estos años Carlos ha sido un ejemplo práctico. Le recuerdo departiendo con clientes españoles en un ambiente relajado mientras entre bromas siempre metía una cuña para continuar vendiendo nuestra compañía y generar la confianza y cercanía suficiente para ser capaces posteriormente de organizar encuentros más formales sobre temas técnicos. Un ejemplo a seguir y del que nunca dejamos de aprender.

Además de París, durante los 4 años que compartimos en la Región Mediterránea, viajamos juntos a muchas encuentros en prácticamente todos los países del antiguo Imperio romano, y Carlos me enseñó que para poder entender el negocio en esos países y aportar algo, era necesario entender primero la cultura y situación del país. Que hay que hacer una inmersión cultural antes de juzgar nada. Y que además de la experiencia profesional de tratar con muchos colegas de distintos países, había que enriquecer nuestra propia experiencia personal observando el entorno en las ciudades que visitábamos, y que además del aeropuerto, el hotel y las oficinas de ABB, teníamos que ver cosas en las ciudades. Y con ese espíritu, algunas experiencias inolvidables como cuando visitando por libre la Mezquita de Casablanca nos metimos por algunos sitios prohibidos  o en esa misma ciudad, pasear por el zoco tras la cena volviendo al hotel, y ya con una cierta sensación de peligro al ser prácticamente los únicos foráneos.

Podría contar muchas más anécdotas viajando con Carlos en estos 20 años, que me sacan una sonrisa al recordarlas, pero me quedo con esa imagen del Carlos viajero, que tras una larga jornada en las oficinas de ABB de cualquier ciudad, siempre tiene ánimo para dar una vuelta y conocer algún nuevo rincón de la ciudad que nos acoge, a pesar de haber pasado por allí seguro que muchas veces.

Carlos, seguro que nos sorprenderás con tus futuros viajes y los  seguiremos con sana envidia. Continuaremos aprendiendo de ti.

Juan Bachiller


Estambul, maleta en mano

Han sido tantas cosas las que Carlos me ha enseñado en los años que compartí con él, tantas experiencias y largos momentos en nuestra sala de reunión, allá en la planta cuarta de San Romualdo…. Carlos siempre se ha caracterizado por ser un gran jefe, pero también una excelente persona que siempre le ha fascinado enseñar a los demás, así como un enamorado de los viajes.

Por ello, entre los muchos recuerdos que me llevo, creo que el viaje que hicimos a Estambul allá por 2012 fue uno de los más interesantes. Llegamos tarde al aeropuerto, nuestro vuelo iba con retraso. Era domingo y se suponía que tendríamos a un chofer esperándonos para llevarnos al hotel. Cuál fue nuestra sorpresa cuando descubrimos que no había nadie esperándonos. Después de unas llamadas, decidimos no esperar más y apresurarnos en coger un taxi que nos llevara a la ciudad. Nuestro plan inicial era ir al hotel, dejar las maletas y movernos al centro para visitarlo. Después de tanto retraso y como nuestro hotel se encontraba lejos del centro, en la parte asiática, nos dimos cuenta de que no disponíamos de tiempo para seguir nuestro plan. Yo pensaba que me iba a perder la oportunidad pero Carlos insistió en que yo debía ver la parte histórica de Estambul pues él sabía que era mi primera vez en ciudad y que no podía perderme la ocasión de visitarla. Así, con su típica y fuerte determinación, no se cortó en llevarme a visitar el centro de la ciudad con nuestras maletas en mano. Allí recorrimos la plaza del Sultanahmet, la espectacular Mezquita Azul o Santa Sofía, el puente de Gálata, el Gran Bazar o el Bazar de las Especies…. 

Carlos había estado muchas veces en Estambul, pero no le importó llevar consigo la maleta a cuestas para hacer que yo disfrutara con la visita a esta gran ciudad. Ese es Carlos, siempre dispuesto a ensenarte algo nuevo, siempre disponible y generoso con su tiempo y dedicación hacia los demás.

Después he tenido la oportunidad de volver a Estambul, pero siempre recordare con ilusión aquel día en que Carlos y yo recorrimos Estambul maleta en mano

Daniel Navarro - Estambul

Han sido muchos momentos, muchos viajes pero, sobre todo, muchas horas de esfuerzo. Sin duda, ha valido la pena. ¡Gracias Carlos!

Daniel Navarro


Imagine Africa

Con Carlos he compartido algunos viajes. No muchos. Alguna reunión con el “management” de la región mediterránea (Italia, Grecia, Francia, Marruecos, Suiza, etc., que yo recuerde ahora) y últimamente algunos más visitando clientes en España y Portugal.

Es precisamente durante el viaje de regreso a Madrid de su despedida y de mi presentación en Portugal que Carlos nos contó (a Virginia y  a mi) en la cola de embarque en aeropuerto de Lisboa un viaje maravilloso. El viaje que había realizado con su nieto el fin de semana anterior.

Un viaje a un país muy lejano. Un viaje lleno de aventuras. Un viaje lleno de emociones (en mayúsculas).

No recuerdo de que estábamos hablando, pero Carlos nos acabó contando su tarde de “abuelo” cuidando de su nieto el fin de semana anterior.

Nos contó su último viaje a África a través de las fotografías que miraban junto a su nieto en su ordenador. ¡Un viaje a África en toda regla! Un viaje ataviados con vestidos de exploradores (literal) y simulando sonidos de lugares insólitos y rugidos de animales salvajes.

África.png

Desde su estudio, con sus fotografías y con la imaginación, abuelo y nieto viajaron a África una tarde de sábado.

Lo más maravilloso, es que a través de su apasionado relato, también viajamos a África Virginia y yo desde la cola de embarque de un avión que nos llevó a Madrid pasando por un continente lleno de animales y aventuras.

Cuando Carlos habla de sus viajes no puede ocultar su pasión por viajar. Le cambia la cara.

En este caso, a su pasión por viajar se le unía su amor por sus nieto. ¡Cóctel explosivo de pasión!

Carlos, gracias por compartir tus pasiones con los demás.

Marc Gómez


Las Merindades de Burgos: Ojo Guareña y Puentedey

Estamos ante uno de los grandes motivos de orgullo de la provincia burgalesa. El Monumento Natural de Ojo Guareña   es uno de los complejos ...