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Camboya: ¿Qué es lo más importante del monasterio de Ta Prohm?

Ta Prohm es un lugar muy difícil de interpretar, muy difícil de visitar, por su enorme tamaño (60 hectáreas) y complejidad.


Durante siglos, Angkor fue un espacio reservado únicamente para el culto.  Jayavarman VII construyó en 1186 este monasterio con celdas para centenares de monjes y se lo dedicó a su madre.



El recinto que visitamos hizo las veces de monasterio real budista Mahayana y de universidad. En él vivían, según el censo que figura en una inscripción guardada en el museo de Siem Reap: 18 altos sacerdotes, 2.740 oficiantes, 2.232 asistentes (incluidas 615 mujeres bailarinas) y 79.365 personas que atendían las necesidades del templo-monasterio.


Ta Prohm está construido bajo las premisas del denominado estilo Bayon, a base de arenisca y decorado con estucos.



















La selva engulló literalmente este monasterio durante siglos hasta que fue re-descubierto por Henri Mouhot en 1860.  Raíces gigantescas abrazan a los edificios dominando la escena, sus espectaculares tentáculos se funden con la construcción creando formas imposibles de imaginar.  La naturaleza reclama para sí gran parte de las ruinas de Angkor. 




Todo Angkor está inmerso en una exuberante naturaleza.  Las lluvias monzónicas alimentan a los líquenes, matorrales y árboles que se extienden con voracidad por la zona.


Cuando uno contempla las enormes raíces de los dos árboles míticos de Ta Prohm, experimenta ñlas mismas emociones que debieron sentir los primeros exploradores de la zona monumental.


La visita a Ta Prohm  se debe hacer entrando por el lado oeste y saliendo por el este.  Es importante que el conductor del tus-tuk te vaya a esperar a la puerta de este lado oeste.


La "gopura" o puerta del está rematada por las caras de Lokeshvara, de estilo Bayon. 


En Ta Prohm se filmó la película Toma Rider, basada en una famosa serie de videojuegos.



Los 400 km2 del parque arqueológico de Angkor, suponen un grandioso legado del reino jemer que dominó la zona entre los siglos IX y XV. y fueron inscritos como Patrimonio de la Humanidad en 1992.





Camboya: ¿Qué es lo más importante del Templo Bayon?


Angkor es una de las obras maestras del arte mundial, el mayor parque arqueológico del mundo, y Camboya es, ante todo, el país que rodea a Angkor y sus templos.

La eclosión de Angkor fue a comienzos del siglo IX, con Jayavarman II, el primero de los reyes constructores que iban a sucederse en el trono del reino Kmer durante cuatrocientos años.

Angkor tuvo su canto de cisne con Jayavarman VII, el "rey leproso", budista y piadoso, a quien se debe el Templo Bayon, que visitaremos en este post.  Tras su muerte, la desgracia se abatió sobre el país.  Los siameses se apoderaron de Angkor  en 1431, los reyes abandonaron la capital y se replegaron hacia el sudeste.



Despoblados y ocultos durante siglos por un bosque de jungla que les protegía al tiempo que los destruía lentamente, estos templos han aparecido al entrar el siglo XX, cuando la colonización francesa restableció la paz salvó de la desaparición un pequeño reino que las ambiciones ilimitadas de sus poderosos vecinos, el Annam (Vietnam) y el Siam (Tailandia), estaban a punto de aniquilar.  



Fue un cazador de mariposas y naturalista francés, Henri Mouhot, quien descubrió Angkor por puro azar.  En 1860, en una expedición apoyada por la Royal Geographical Society para catalogar nuevas especies cuando tropezó con la antigua capital kmer devorada prácticamente por la jungla. 

 






















El templo kmer no es tanto un lugar de culto cuando un testimonio de respeto, de adoración... no hay sala de reunión como en una iglesia.  La masa que se eleva, tallada hasta sus mínimos detalles tienen un valor intrínseco.  Artistas anónimos, arquitectos y escultores,  han sido olvidados al igual que las docenas de miles de hombres y esclavos que transportaron el gresite o la piedra desde las canteras.



En el centro de la ciudad amurallada de Angkor Thom, "la capital", se alza el templo de Bayon.  En el Bayon, cincuenta y cuatro torres de estilo barroco kmer sostienen cada una cuatro gigantescas figuras de sonrisa inmutable y enigmática, de las que se desconoce aún su significado. 

La figuras, orientadas a los cuatro puntos cardinales, representan a al bodhisattva Avalokitesvara, con quién se sentía muy identificado Jayavarman VII.  Este monarca, que reinó entre 1181 y 1220, mandó construir la ciudadela de Angkor Thom, que llegó a albergar un millón de personas.  

Podemos imaginar toda esta población en los grandes espacios que recorremos en nuestro tuk-tuk a través de la antigua capital, aunque todas las viviendas hayan desaparecido.



Es imposible no dejarse llevar por el misterio y la calidez que desprenden las más de doscientas sonrisas del Bayon. Dibujadas en labios de piedra tres siglos antes de que Leonardo dibujase la Gioconda, las sonrisas iluminan enormes rostros serenos, de ojos y cejas oblicuos, que observan desde los cuatro puntos cardinales.




En bajorrelieves interminables presentan interesantes escenas que combinan aspectos mitológicos, históricos y mundanos.  En varios niveles el mundo de los dioses supera al de los reyes y, debajo, el de los servidores que cocinan y el de los ociosos que observan un combate de gallos.



Los elefantes que, en su día, ayudaron a transportar desde el monte Kulen los grandes bloques de piedra empleados, hoy sirven para dar paseos alrededor del templo a los visitantes 


Una última vista de conjunto, antes de volver a coger nuestro tuk-tuk para seguir de templo en templo y poderlo contar en este blog. 


Los 400 km2 del parque arqueológico de Angkor, suponen un grandioso legado del reino temer que dominó la zona entre los siglos IX y XV. y fueron inscritos como Patrimonio de la Humanidad en 1992.