El recinto que visitamos hizo las veces de monasterio real budista Mahayana y de universidad. En él vivían, según el censo que figura en una inscripción guardada en el museo de Siem Reap: 18 altos sacerdotes, 2.740 oficiantes, 2.232 asistentes (incluidas 615 mujeres bailarinas) y 79.365 personas que atendían las necesidades del templo-monasterio.
Ta Prohm está construido bajo las premisas del denominado estilo Bayon, a base de arenisca y decorado con estucos.
La selva engulló literalmente este monasterio durante siglos hasta que fue re-descubierto por Henri Mouhot en 1860. Raíces gigantescas abrazan a los edificios dominando la escena, sus espectaculares tentáculos se funden con la construcción creando formas imposibles de imaginar. La naturaleza reclama para sí gran parte de las ruinas de Angkor.
Todo Angkor está inmerso en una exuberante naturaleza. Las lluvias monzónicas alimentan a los líquenes, matorrales y árboles que se extienden con voracidad por la zona.
Cuando uno contempla las enormes raíces de los dos árboles míticos de Ta Prohm, experimenta ñlas mismas emociones que debieron sentir los primeros exploradores de la zona monumental.
La visita a Ta Prohm se debe hacer entrando por el lado oeste y saliendo por el este. Es importante que el conductor del tus-tuk te vaya a esperar a la puerta de este lado oeste.
La "gopura" o puerta del está rematada por las caras de Lokeshvara, de estilo Bayon.
En Ta Prohm se filmó la película Toma Rider, basada en una famosa serie de videojuegos.