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¿Qué caracteriza a los monjes budistas en Myanmar?

Un niño flaquito de orejas grandes con cara de bueno y cabeza rapada al cero me concedió este instante mágico en un lugar impresionante. 






















Vestido con una túnica de color granate que dejaba su hombro al descubierto, el recién admitido como novicio en la comunidad de monjes budistas visitaba el edificio histórico más importante de Mandalay: el Monasterio de Madera Shwenandaw, también conocido como Golden Palace Monastery .

No es difícil encontrarse con novicios y monjes budistas ataviados con su túnica tradicional granate en cualquier lugar de Myanmar. Las novicias y las monjas, van vestidas con túnicas de color rosa y también llevan la cabeza completamente rapada.  Ellos encarnan el modelo a seguir para quienes buscan la felicidad en esta vida y desean obtener méritos para avanzar hacia el Nirvana en la siguiente reencarnación.

En la fotografía están Cristina y nuestro guía acompañados de una novicia y varias monjas en la terraza del templo Principal de Manadalay Hill. 























El noviciado o shinpyu es la etapa más importante en la vida de un joven birmano. Suele emprenderse entre los nueve y los doce años.  En las familias más apegadas la tradición, el niño ingresa en el noviciado el día de luna llena de waso, a principios de verano.



Al entrar al monasterio, por la mañana, se le afeita completamente la cabeza.  La madre guarda los cabellos en una caja que enterrará en las cercanías de una pagoda. Una vez dentro del del convento elaspirante recibe las primeras instrucciones: no podrá comer alimento alguno después del mediodía, tendrá prohibido cantar, jugar, utilizar cosméticos, sentarse en un sitio elevado, poseer dinero, mentir, robar, maltratar, tener relaciones sexuales, blasfemar, escuchar doctrinas heréticas... Cuando el candidato acepta y es aceptado, recibe la Shangha, la túnica que le distingue como monje. 

Después el monje maestro de ceremonias, el sayadaw, le concede el thabeit, el cuenco negro, de madera o metálico, con el que saldrá a pedir comida. A partir de ese momento, sus padres deben tratarle con respeto y nunca más referirse a él como un niño: al recibir el cuenco y la túnica, ha dicho adiós a su infancia. 


El maestro de ceremonias, el sayadaw, le concede el thabeit, el cuenco negro, de madera o metálico, con el que saldrá a pedir comida. A partir de ese momento, sus padres deben tratarle con respeto y nunca más referirse a él como un niño: al recibir el cuenco y la túnica, ha dicho adiós a su infancia.


En Myanmar Hay más de 500.000 monjes, repartidos en los 56.000 monasterios y miles de conventos y centros budistas del país. De ellos, 300.000 son novicios, en su inmensa mayoría hombres. El número de monjas no llega a las 45.000.


Todas las mañanas, los monjes madrugan para pedir comida con su thabeit. No tendrán que esforzarse, la respuesta es inmediata y positiva. Los birmanos consideran su primer deber atender a los monjes. En cada pueblo, en cada barrio de la gran ciudad, es frecuente ver de madrugada a los vecinos a las puertas de sus casas con platos de arroz, pollo y frutas para servirlos en los cuencos de los monjes.