Comenzamos este recorrido por Escocia por las Lowlands, al sudeste de Edimburgo, a través de la zona de las fronteras con Inglaterra. Lo haremos recorriendo la geografía de la región rural de los Borders, con fértiles tierras de cultivo y pastos, plagada de preciosas colinas y amables valles. En esta zona abundan los edificios antiguos arrasados durante los conflictos entre Escocia e Inglaterra que estallaron a finales del s. XIII, escenarios vivientes de las sangrientas luchas dinásticas y las que se dieron por la independencia del país.
Desde Edimburgo, tomamos las carreteras secundarias que nos llevan a Peebles, Galashields y Jedburg, para visitar las cuatro abadías de Kelso, Melrose, Dryurgh y Jedburgh..
Los vestigios más importantes corresponden a las abadías que fueron fundadas en el s. XII durante el reinado de David I, revitalizador de la iglesia escocesa. Pronto se convirtieron en centros del poder religioso y político y, posteriormente, fueron destruidas por Enrique VII en 1545.
Nos detenemos en Melrose Abbey, una de las abadías cisterciences más bellas, de piedra rosácea. Podemos contemplar los restos de los claustros y otros edificios monásticos; también la cocina y el armazón de la iglesia.
Dryburgh Abbey es otra de las cuatro grandes abadías de los Borders construidas en el s XII, está situada en un meandro del río Tweed.
Junto a la abadía de Jedburgh, hay una casa señorial del XIX, convertida en un precioso hotel de cuatro estrellas junto al río Tweed, este hotel dispone del restaurante más renombrado de la zona
Nos vamos a continuación hacia el norte de Edimburgo, a St. Andrews, la ciudad en la que nació el golf en 1457. St. Andrews es la primera ciudad universitaria de Escocia y toda la ciudad está dominada por la presencia de edificios que alojan las facultades y escuelas. Además, el St. Andrews Castle, construido en 1200 como residencia episcopal, se conserva al lado del mar, con un aspecto de importante ruina.
Visitamos la ruinas de la que fue la catedral más importante de Escocia, del s. XII
Pero St. Andrews es sobre todo la ciudad del golf, con su mítico campo situado dentro de la ciudad, a lo largo de la playa y atravesado por calles con circulación de vehículos y vías peatonales. También es la ciudad de la playa, con una amplia playa de arena blanca y muchas dunas que invaden el campo de golf.
Nos dirigimos a continuación a la Escocia Central, la transición entre las Lowlands, de habla inglesa y las Highlands, de lengua gaélica.. Es una zona de contrastes situada en una falla natural. Nuestro recorrido tiene como objetivo el Loch Lomond and The Trossach National Park, para terminar frente a las colinas de la isla de Bute, en el Mar de las Hébridas.
Las Trossachs, marcadas por la impresionante formación geológica de la falla que atraviesa todo el parque, configuran una zona montañosa poblada de bosques y plagada de lagos, de entre ellos, el Loch Lomond, el más conocido y mayor de Gran Bretaña, con más de 30 islas que contribuyen a darle un carácter muy especial de gran atractivo. En Balloch Pier se encuentra un importante Centro de Recepción desde el que parten las excursiones.
A partir de aquí, hacia el norte, las carreteras se vuelven más estrechas y serpenteantes, remontan collados y se precipitan hacia valles profundos. Los pueblos se distancian cada vez más y se recorren eternos kilómetros y kilómetros sin rastro humano, estamos en las Highlands, las Tierras Altas de Escocia.
Vamos a recorrer carreteras secundarias, sin prisas, hasta llegar a Oban. Atravesamos un paisaje muy característico de Escocia, con montañas, cañadas, islas solitarias, algún castillo aislado y pequeñas aldeas de pescadores. Espero que los lectores también disfruten de las vistas del paisaje que he elegido:
Fort William es célebre por estar situada a los pies del Ben Nevis, la cumbre más alta de Gran Bretaña, con sus 1.343 m. de altura. Desde esta ciudad, un antiguo puesto militar, parte un tren de vapor que llega hasta Mallaig y que se ha hecho muy célebre por recorrer los más conocidos parajes de las novelas de Harry Potter. Nosotros vamos a realizar el mismo trayecto en nuestro coche a través de la conocida por "ruta de las islas".
Impresionantes vistas también sobre el Loch Eil, rodeado de colinas y montañas
Es en esta zona en la que nos encontramos con el famoso tren y el no menos famoso viaducto ferroviario de las películas de Harry Potter. Multitud de viajeros, bastante frikis, rinden ritual al personaje y todos los lugares en los que estuvo en su vida de ficción
A unos 72 km de nuestro punto de partida se encuentra Mallaig, un pequeño y activo puerto pesquero en el que tomaremos el transbordador a la isla de Skye.
La isla de Sky es la mayor de las Hébridas interiores, famosa por sus agrestes parajes, dividida por decenas de lagos marinos.
Regresamos de la isla a través del famoso puente que une Kyleakin con Kyle of Lochalsh y nos encontramos con unos paisajes espectaculares. Muy cerca, encontramos el fotogénico y romántico castillo de de Eilean Donan, en Loch Duich, en la región conocida como Glen Shiel
Nuestro siguiente tramo por carretera sigue la bonita ruta del Great Glein, una falla geológica formada por el hundimiento de una importante masa de tierra de un valle glacial, hace 400 millones de años. La falla está ocupada por el lago Ness y el canal de caledonia, famoso por su leyenda sobre el monstruo "Nessie" que allí habita.
A la orilla del lago destacan las ruinas del Urquhart Castle.
Todas las carreteras de las Highlands llevan a Inverness, la capital de la región. Elevándose sobre la ciudad se encuentra el Inverness Castle, un edificio victoriano de arenisca de color rojo.
De regreso a Edimburgo, siguiendo la "ruta de los castillos", os relato a través de estas fotos, algunas de las curiosidades que encontramos en nuestra recorrido: