Nápoles, ciudad frenética y abigarrada, está dominada por una gran vitalidad y un abundante colorido en un escenario dominado por un caos urbano impresionante.
Si tenemos que dejar el coche, lo mejor es el Parcheggio Napoli Centrale, en la estación central de ferrocarril, ubicada en la enorme Piaza Garibaldi. Desde la estación central, nos dirigimos por la mañana al Mercado di Porta Solana.
La Capilla de San Gennaro está ubicada en la cripta del Duomo de Nápoles, es el lugar que alberga la famosa estatua de un noble arrodillado conocida como el "San Gennaro Sacerdote". La estatua es una representación esculpida de un hombre noble vestido con atuendos de la época y se le muestra en una actitud de veneración, arrodillado ante el altar de la capilla y su acto de oración y adoración simboliza la profunda devoción de la ciudad de Nápoles al santo patrón y su protección.
Continuamos por la zona conocida como Spaccanapoli, a través de Via Tribunali hasta llegar a Via San Gregorio Armeno o “Strata dil Pesebre”, calle que recoge en sus locales los talleres artesanos de belenes de fama mundial y una de las mayores atracciones de la ciudad.
Entraremos en la Iglesia de S. Gregorio Armeno.
Muy cerca, está la Piazza Gerolomini en la que hay un mural de Banksy.
Después de todo este recorrido se puede almorzar en la pizzería más famosa de Nápoles, Sorbillo o probar alguno de los dulces típicos napolitanos como el Baba en Leopoldo.
Nuestro día continúa por el centro de la ciudad, atravesando la Piazzeta Nilo, la Piazza San Domenico, con la basílica y el obelisco del mismo nombre, desde donde continuaremos hasta la Piazza del Gessu Novo, donde se encuentran el Monasterio de Santa Chiara, la Iglesia del Gessu y el impresionante obelisco de la Inmaculada.
Bajando por Vía Toledo, la calle comercial de Nápoles, Podemos optar por bajar caminando hasta llegar al conocido como Quartiere Spagnolo, que guarda la auténtica esencia napolitana con callecitas estrechas donde perderse y observar la vida local.
Regresamos a la Via Toledo hasta llegar a la Galería Umberto I y la Piazza Plebiscito, posiblemente la más bonita de la ciudad donde podemos visitar la Basílica Real Pontificia de San Francisco de Paula, el Palacio Real (justo detrás está el Vesubio), el Teatro de San Carlo y el Palacio Salerno.
Aquí se encuentra el histórico Gran Caffé Gambrinus, un majestuoso local de final del siglo XIX donde se reunían los ricos y famosos, entre ellos Oscar Wilde y en el que podemos tomar un buen café, contemplando la Plaza del Plebiscito desde la terraza.
Aún nos queda un castillo, allá arriba en la montaña, se trata del Castillo de San Telmo desde el que se pueden disfrutar unas vistas inigualables de la ciudad, la campiña circundante y la bahía de Nápoles