Uno de mis primeros recuerdos con Carlos fue en un viaje que hicimos una reducida comitiva de ABB a la Smart City de Endesa en Málaga. Fue idea de nuestro jefe en aquel entonces, Daniel Navarro, que como formación, tanto mi compañero Ignacio Sistiaga como yo, con apenas unos meses en la empresa, visitáramos el Centro de Control de la Smart City en Málaga por la mañana, y después nos desplazáramos hasta Córdoba para conocer la fábrica de transformadores de ABB.
Fue todo un privilegio poder acompañar a este grupo de expertos de la casa y escuchar las explicaciones que unos y otros nos fueron dando sobre aquellos avances. Recuerdo con especial nitidez los comentarios de Carlos sobre los smart meters, la curva diaria de la demanda eléctrica (que podíamos ver en una pantalla), y la utilización del coche eléctrico como unidad de almacenamiento de energía para el hogar, pudiendo “reutilizarse” la energía sobrante en cualquiera de los consumos domésticos que se realizan habitualmente al final del día (Vehicle-to-Home). Gracias a él, aquel día aprendí el porqué de aplicar diferentes tarifas a las “horas pico” y las “horas valle”, y es que lo realmente caro de invertir en una red eléctrica es prepararla para los momentos pico, así que cuanto más plana sea la curva de demanda menores serán la inversiones a realizar.
Sobre sus viajes también me ha contado algunas anécdotas interesantes a lo largo de estos años. Recuerdo una ocasión en la que tuvo que llevar consigo un teléfono con conexión por satélite de gran tamaño para estar localizable por la empresa mientras transitaba por un territorio de lo más recóndito. Espero que aún tengas mucha energía en la batería para todos los viajes que, ahora con más tiempo libre, estarán por llegar en tu vida.
Arturo Carrasco
