Para mí, sin lugar a dudas, el globo representa la mejor forma para moverse por los paisajes y la historia. El globo te ofrece la perspectiva adecuada del mundo que te rodea. Es caprichoso en su trayectoria, me gusta el silencio y la atmósfera que te acompaña en su evolución por el aire.
En el alto de La Piedad se estaban preparando los globos aerostáticos, envolviendo la atmósfera con el bufido característico de las llamas de los quemadores.
Es allí, en el alto, donde he pasado, cuando era niño, miles de horas jugando por sus cuestas, entre peñas y pendientes, montando, con mis amigos, toda clase de batallas y aventuras.
Enfrente de nosotros, la espléndida vista de la silueta de Segovia, desde el Alcázar a nuestra izquierda, la torre de la catedral y de San Martín para finalizar con el Azoguejo y su impresionante acueducto romano. Una especie de gran postal panorámica de Segovia tomada desde este singular mirador en forma de vía-crucis.
El viento está en calma pero presenta una clara componente a occidente y hay algo de bruma sobre el Azoguejo. Con esta dirección de viento, no podremos sobrevolar el acueducto romano con sus 166 arcos apoyados en 120 pilares que, tantas veces conté, uno por uno, en el camino de regreso a casa desde el colegio Claret.
Aprovecho los primeros metros de ascenso para fotografiar este importante monumento del s. I d.C., quizás la obra más importante del mundo realizada en la edad antigua en ingeniería civil, que, a sus 2000 años de edad se conserva intacta a pesar de no utilizase ni cemento ni argamasa entre sus sillares de piedras berroqueñas de granito que se sostienen unos a otros a través de un perfecto sistema de distribución de esfuerzos. Ha estado en servicio como conducción de agua a la ciudad hasta hace bien pocos años
Para los más técnicos, algunos datos... su longitud: 928 m., su altura máxima: 28,1 m., sostiene una (pequeña) conducción para un caudal de 25 a 30 l/sg... y no pretendan resolver el sistema vectorial de esfuerzos de compresión y cortantes, los modelos matemáticos asociados a los momentos de las fuerzas y la distribución de presiones entre sillares, nadie lo ha podido resolver hasta la fecha.
La catedral, cuya primera piedra se puso en 1525, se construyó sobre el solar de la antigua, del s. XII, destruida durante la batalla de los comuneros de Castilla en 1521. Su construcción se demoró hasta 1678, lo que permitió incorporar elementos góticos y renacentistas, tanto neolásicos como barrocos. La torre, de 88 m. de altura es la más esbelta del arte gótico en España.
De este castillo salió Isabel la Católica para ser coronada reina en la Iglesia de San Miguel, en la actual Plaza Mayor. Aquí contemplaba las estrellas Alfonso X el Sabio y escribió sus célebres Cantigas de Santa María.
¡ Qué fortuna la nuestra !, la dirección del viento y la pericia del piloto en la gestión de las corrientes de aire, nos lpermitieron sobrevolar la Plaza Mayor, el corazón de la ciudad y del casco antiguo con sus soportales y su urbanismo armónico, fruto de la política urbanística del s. XVII, con casas edificadas en torno a 1930.
Entre los edificios se asoman a la plaza, están: la iglesia de San Miguel, el Teatro Juan Bravo, el Ayuntamiento y la Catedral.
Sobrevolamos, después, la iglesia románica de San Esteban, también "cazada" desde el aire, con su excepcional y altísima torre románica de cinco pisos con cuatro tipos distintos de arcos de medio punto, del s. XIII
Después, nos espera el Monasterio del Parral, levantado por orden de Enrique IV. El monasterio se asignó a los jerónimos de clausura. El conjunto arquitectónico se articula alrededor de cuatro claustros. Es la primera vez que podía disfrutar de esta perspectiva: Los restos del antiguo claustro de la Hospedería del que solo quedan los pilares, el claustro de la Portería, de 1503, con una fuente en medio, el claustro Principal y el claustro de la Enfermería o de la Botica
Más gas de quemador para iniciar el ascenso hacia los altos de Zamarramala, perfecta elevación del globo, excelente la pericia del piloto.
Atrás nos queda el barco varado en el mar de campos que es Castilla. Al fondo, el Peñalara marca el horizonte con el cielo.
Es el momento de los trabajos de recogida, tras un fantástico viaje por los lugares de esta maravillosa ciudad en la que nací.
El viaje tiene me lo planteó an amigo en junio de 2002, Madrid. Andrés, que así se llama, se dirige hacia mí en la piscina de la urbanización y me pregunta si me interesa hacer un viaje en globo sobre Segovia el próximo domingo a mediodía. ¡ Síiiii !... Reconozco que, aunque de forma totalmente inesperada, era uno de los sueños de mi vida que se iba a hacer realidad... y así pasó y así se lo he contado a todos los seguidores de este blog.
Espero que hayan disfrutado del viaje en globo. Hasta la próxima.
