La cueva de Sterkfontein forma parte de un conjunto de cuevas de piedra caliza de especial interés para los paleo-antropólogos. En ellas se han encontrado, desde finales del siglo XIX, numerosos de restos fósiles de homínidos. Se encuentra en la provincia de Gauteng, a unos 50 km al noroeste de Johanesburgo.
La cueva pertenece a la Universidad de Witwatersrand, cuyos científicos han sido responsables de las principales excavaciones. Estos científicos están avalados por sus numerosos e importantes hallazgos, que figuran entre los más aclamados en todo el mundo.
Sterkfontein fue inscrita en el Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999 , junto con las cercanas de Swartkrans y Kromdraai; y la zona en que se ubican ha sido denominada " la Cuna de la Humanidad". En esta zona concurren muchos elementos esenciales para poder determinar el origen y evolución de la humanidad.
Las excavaciones en las cuevas comenzaron a finales del s XIX, después de que unos mineros de piedra caliza encontraron fósiles y lo comunicaron, lo que llamó la atención de los científicos.
En 1936, en las cuevas de Sterkfontein apareció el primer adulto australopithecus, lo que permitió confirmar la teoría de Raymond Dart que afirmaba que el cráneo de un niño al que se llamó "Australopithecus de Taung", que había sido encontrado en el norte de Sudáfrica en 1924, era claramente un ancestro humano; el Australupitecus Africanus fue el primer antepasado del hombre que caminó principalmente erguido o colgado de rama en rama.
En 1947 se encontró un cráneo casi completo de una hembra adulta de australopithecus africano. El Dr. Broom, que dirigía las excavaciones, le dio el nombre de "Plesianthropus Transvaalensis Transvaal", y lo apodó "Sra. Ples". Se estima que la Sra. Ples tiene entre 2,3 y 2,8 millones de años, ubicándose en el período del Plioceno. Esta es la urna con el cráneo recompuesto de la Sra:
En 1997, un esqueleto casi completo de un homínido temprano fue descubierto en las cuevas por el Profesor Ronald J. Clarke. El esqueleto se denominó "Pie Pequeño", ya que las primeras partes encontradas eran huesos de un pie; se cree que posee una edad de 3,3 millones de años.
La extracción de los restos circundantes al descubrimiento se encuentra en curso en el fondo de una profunda sima que forma parte de la cueva de Sterfontein.
Estuve en la cueva de Jacovec la noche del 8 de mayo de 2003, una noche cerrada de luna llena. Los focos del camión iluminaban un paisaje árido, perdido en el campo, en medio de la nada.
Llegados al lugar, tras descender por una rampa acomodada para facilitar el acceso... entramos en una nave de trabajo bastante rudimentaria donde nos esperaba el mismísimo Profesor Clarke, Ron Clarke para los presentes, según su propias palabras. Sí, lo han leido bien, estaba allí, pasadas las 10 de la noche, el personaje viviente más famoso del mundo en materia de descubrimientos y estudios sobre los homínidos y las teorías sobre los orígenes del hombre, el descubridor de "Pie Pequeño" y director general de las excavaciones en la cueva, así como director general adjunto de la Sterkfontein Research Unit.
Recibimos unas interesantes explicaciones que compartieron el profesor Clarke y su ayudante en relación con la enorme importancia de este lugar. Su "ayudante" era Paul Myburgh, ganador de múltiples premios como documentalista y realizador de cine. Muy conocido porque pasó siete años de su vida viviendo en la tribu Gwi Kalahari Bushmen, participando plenamente de esta ancestral cultura africana.... Paul, con sus explicaciones nos permitió acceder a este conocimiento único y profundo sobre las formas de vida humana de nuestros antepasados. Escuchando a ambos, emprendimos un viaje en el tiempo y el espíritu hacia los orígenes de la especie humana.
Los más audaces del grupo emprendimos un apasionante viaje en dirección al centro de la tierra, a través de la sima que nos conduciría a los orígenes del hombre, hace más de 3,3 millones de años.
Bajamos unos 300 m. por unas empinadas y precarias escaleras de madera que eran utilizadas cada día por los investigadores y el personal auxiliar, no aptas para quienes padecen vértigo o claustrofobia.
Los guías del lugar aportaban luz a la expedición con faroles y linternas. Más de la mitad de los miembros del grupo que emprendieron el descenso se dieron la vuelta, arrepentidos por haber subestimado las fuertes sensaciones de riesgo y vértigo que se amplifican por la estrechez del lugar y la oscuridad.
El premio no se hizo esperar, allí estaban los primeros vestigios de "Pié Pequeño", dos huesos de fémur embutidos en la piedra caliza de la cueva. Su referencia técnica es St W 573.
Qué sorpresa cuando el Profesor Clarke saca una pieza de hueso de su bolsillo para ilustrar la terminación del hueso que estábamos presenciando y el por qué dio ese nombre al homínido que él mismo encontró, lo que le permitió profesar una lección magistral sobre el hallazgo más importante de su vida y centro de su profesión.
A poca distancia, el cráneo y un brazo en alto... descansando ahí desde hace 3,3 millones de años
Tras las fotos del momento cumbre, en el que seguimos en silencio las explicaciones del profesor...
He seleccionado dos vídeos muy cortos para que los lectores puedan escuchar algunas palabras del Profesor y sentir parte de la pasión que este importante personaje pone en la descripción de su misión paleo-antropológica:
En estas excavaciones se han encontrado unos 500 homínidos hasta la fecha, lo que convierte a Sterkfontein el sitio arqueológico más importante del mundo en homínidos tempranos.
Además de identificar bastantes especímenes de los primeros homínidos, en este lugar se han obtenido aquí pruebas de la domesticación del fuego por parte del hombre en una época cuya antigüedad oscila entre 1.800.000 y 1.000.000 de años.
A la salida de la cueva, más allá de la 1 de la madrugada, nos esperaba la luna sobre los campos, seguramente para comprobar, con su mirada, nuestras caras de sorpresa por lo que encierra este desconocido lugar.
Consulté en Wikipedia, y esto es lo que dice del Doctor Clarke:
Ronald J. Clarke
Ronald J. Clarke is a paleoanthropologist most notable for the discovery of "Little Foot", an extraordinary complete skeleton of Australopithecus, in the Sterkfontein Caves.[1] A more technical description of various aspects of his description of the Australopithecus skeleton was published in the Journal of Quaternary Science, [2]
He also discovered the Homo ergaster partial cranium SK 847.[3] He also played a role in the discovery of a new skeleton of Homo habilis related to Homo rudolfensis [4]
He was associated with the University of the Witwatersrand until he was fired by Lee Berger, the head of the university's Palaeoanthropology Research Unit. He was then hired by Johann Wolfgang Goethe University of Frankfurt am Main in Frankfurt, Germany and allowed to continue his work excavating "Little Foot".[5] He later rejoined the University of the Witwatersrand's Institute for Human Evolution, where he remains as of present.
Finalmente, nuestra próxima etapa será Soweto y la puedes seguir en el siguiente enlace:
https://blogdeviajesviajaryaprender.blogspot.com/2010/11/gentes-de-sowetto.htm
Espectacular¡¡¡¡¡
ResponderEliminarEs verdad, este reportaje es, también en mi opinión, bastante espectacular
ResponderEliminarHola Carlos, excelente blog. Siempre he querido visitar Samarkanda y con tu relato lo anhelo todavía más. Leyendo tu experiencia en Sterkfontein, he recordado una muy interesante visita que hice el año pasado a Atapuerca. Allí tuvimos la suerte de poder disfrutar de las explicaciones de Emiliano Aguirre. A sus 88 años rezumaba ilusión por su trabajo. Salvando las distancias veo similitudes con tus 35 años.
ResponderEliminarGracias por el comentario, Nacho. Yo soy de los que contrarios a eso de lo de "ilusión también se vive", pienso que solo se vive de ilusión, que es la base de la inspiración.
ResponderEliminarEstimado Carlos Marcos:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, pero sobre todo por darme a conocer tu artículo a “pie de excavación” en Sterkfontein. Como licenciado en Historia mi sueño hubiera sido bajar también hasta el fondo de esa sima y encontrarme cara a cara con esos fósiles, ¡y en qué compañía! ¡Qué privilegio!
Si me lo permites me gustaría poner al final de mi artículo un enlace al tuyo. Sería todo un honor.
Adelante con la propuesta, Antonio, Merece la pena el dar a conocer este interesante lugar arqueológico y, sobre todo, la historia que encierra en toda su extensión.
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