Casi siempre nos olvidamos de lo que tenemos cerca de casa. El paseo habitual puede encerrar algunas maravillas pero, como forma parte de la rutina, apenas nos llaman la atención.
Sábado, enero de 2013, ha amanecido un excelente día de sol. Una buena oportunidad para probar mi nueva cámara: una Exilim EX ZR1000 de alta velocidad.
Los Reyes de este año han tenido un gran acierto al regalarme unos buenos cascos de sonido y la cámara compacta.
Salgo de casa acompañado por mis dos perros, la cámara en su funda de cinturón y mis cascos conectados a las más de 4.000 canciones de mi iPhone. El trayecto arranca en el Parque de Juan Pablo II, sigue por el Parque de Silvano, para llegar a Parque Juan Carlos I.
Voy a centrarme en las imponentes esculturas que constituyen uno de los myores atractivos del Parque Juan Carlos I.
Las once primeras, todas de gran tamaño, fueron realizadas, por artistas de prestigio internacional participantes en el Simposio Internacional de Esculturas al Aire Libre, que bajo el título “Encuentros con Madrid” se desarrolló en 1992, para conmemorar la capitalidad Europea de la Cultura que entonces ostentaba la ciudad.
Mustafá Arruf (España) - Encuentros
Todo un símbolo del espíritu de convivencia y multiculturalidad de Melilla. El cartel del parque dice que se ha situado en el cesped para que el viandante pueda rodearlo en todo su perímetro y sentir el abrazo de esta gran escultura. Según el mismo letrero, las sugerencias son innumerables: fraternidad entre naciones, historia, común, participación de los pueblos en un mismo proyecto ...
A mí esta escultura me recuerda el aguijón de un alacrán y, más que un abrazo, me sugiere que esta uña gigante se va a clavar a traición en tu espalada en cuanto te descuides.
Alexandru C. Arghira (Rumanía) - Pasaje Azul
Es una construcción ondulante que emerge con suavidad sobre la llanura. Un manto vegetal envuelve la composición y confiere unidad con el medio ambiente circundante. Evocación del paisaje autóctono del autor, ruína viviente, escultura en movimiento...
El cesped natural que cubría la escultura, siempre desgastado por el corretear de los niños sobre las rampas onduladas, ha sido sustituido por un horrible cesped sintético. No obstante, la enorme extensión de cesped alrededor de la escultura convierten este lugar en un relajante reducto de tranquilidad en el que se escuchan los sonidos del agua de las cascadas de la fuente cercana.
Miguel Berrocal (España) - Manolona Opus 397
Esta obra es algo más que una mujer ondulante. Es el resumen del cuerpo femenino universal lleno de energía y arrogancia. El luga, rodeado por un jardín colgante no invita a traspasar la escultura. No obstante, esta masa blanca anudada de forma surrealista por el autor, emerge en bolandas y llama poderosamente la atención.
Es un gran anillo de color rojo, que descansa en una zona elevada del parque madrileño y, en teoría, es un símbolo de las tradiciones mexicanas. Un donuts gigante que parece echar a rodar en cualquier momento. Una rampa inmensa de adoquines de granito permite acceder a la cara principal de la escultura. La rampa supone todo un reto para los ciclistas que, como en mi caso, recordamos las innumerables veces que subimos este puerto en forma de zig-zag interminable, para, después, bajar en caída libre hasta el olivar.
Jorge Castillo (España) - Paseo entre dos árboles
Esta escultura, difícil de interpretar, muestra un amasijo de ramas de árbol en acero, caídas en un camino. En las ramas y en el camino, más de un centenar de pájaros se unen a la escena. El autor simboliza de esta manera el contraste entre naturaleza viva y muerta.
Situada en una isla en un marco maravilloso de agua formado por el estanque, los surtidores, las cascadas... dispone de una escalinata a modo de grada para poder permanecer contemplando la obra. Castigada por el tiempo, espero que quede presupuesto en el Ayuntamento para restaurarala.
Carlos Cruz Díez (Venezuela) - Fisicromía para Madrid
Siempre me ha encantado esta escultura. Se trata de una estructura de cuarenta metros de largo que serpentea y cambia de color. Lo hace al mismo tiempo que se mueve quien la contempla, con un ritmo calculado. Forma y color se combinan sorprendentemente. Las sensaciones que produce se acentúan por su forma alabeada volando en el cielo y su sustentación minimalista mediante dos pilares.
Yolanda D’Augsburg (Brasil) - Monumento a la Paz
Recoge la solidez y la fuerza de los lazos de la paz que España ha sabido capitalizar en Madrid. Hormigón y acero cortén hacen imperecederas estas raíces.
Jorge Du Bon (México) - Viga
La obra centra las estructuras de la arquitectura natural con los elementos arquitectónicos del parque. Confirma la sobriedad plástica de este paisaje urbano. A veces me recuerda el volar de las gaviotas con sus alas extendidas. Esta escultura monumental se convierte en algo insólitio al anochecer. La iluminación interior de los tubos y la amplitud de su silueta al contraluz de la puesta de sol, configuran un auténtico espectáculo del crepúsculo de Madrid.
El monumento se presenta como un poderoso tótem giratorio ensamblado alrededor de un eje invisible que es el espacio vacío central. Es otra de las esculturas que más me gustan del parque. Un poco apartada de los circuitos principales, la obra se constituye en homenaje al fundador de la física moderna y creador de una nueva visión del universo. El cambio de tonalidad de los materiales confieren un carácter mágico al monumento.
Toshimitsu Imaï (Japón) - Homenaje a Agustín Rodríguez Sahagún
Se trata de una instalación inspirada en el jardín japonés como metáfora de la naturaleza. Son unas rocas cubiertas con pan de oro que presentan la inquietud de la naturaleza sugerida por la presencia de los elementos naturales. Son un símbolo de lo eterno (piedra) y de lo espiritual (oro), asociados con el eterno movimiento(agua)
Bukichi Inoue (Japón) - My sky hole/Madrid
Es una enorme esfera de acero inoxidable que emerge del suelo. Cuatro cipreses rodean el conjunto que simboliza la unión del cielo y la tierra.
Mario Irarrázabal (Chile) - Dedos
Situada en el paseo central del parque, es una obra de gran fuerza. Cinco dedos de una mano salen de la tierra y buscan la libertad.
Leopoldo Maler (Argentina) - Los Cantos de la Encrucijada
El monumento es un jeroglífico donde aparece el plural mayestático “NOS”, una palabra con la que arrancan todas las constituciones democráticas.
Se compone de dos piezas: una exterior en forma de pirámide precolombina de evocación histórica, y otra interior, a la que se accede através de un estrecho camino que accede a la pieza que se erige con todo su discurso poético, el "NOS"
Paul Van Hoeydonck (Bélgica) - Eolos
Es una analogía de la figura humana y de la vida. Muestra a una pareja, un joven y un niño, símbolos de la continuidad generacional, el ímpetu, la ilusión y la inocencia. La alusión a Eolos, el dios del viento hace analogía de las hélices que presiden las cabezas de las figuras principales. Elviento parece ser el impulsor de toda la obra. Los materiales son restos de desguace de barcos, con lo que se enlazan los sentimientos de muerte y vida, el renacer de la vida a través de la transformación.
José-Miguel Utande (España) - Sin título
Es una escultura inscrita en un cubo virtual de tres por tres metros. Ha sido instalada sobre la pirámide 2 del parque.
Desde la cima de la pirámide se contempla el campo de golf del Olivar de la Hinojosa.
Michael Warren (Irlanda) - Viaje Interior
Es una obra de madera compuesta por cuatro elementos verticales. Situada en el interior del olivar, representa la unión mágica de ciencia y misterio.
La semana próxima comienza Fitur, la Feria Internacional del Turismo. Los recintos feriales en los que se celebra este certámen anual están a un paso del parque. Espero que este post sirva para animar a los que se acercan a nuestra ciudad y no conocen el parque para que crucen la calle y disfruten de estas preciosas esculturas y del maravilloso entorno del parque.
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