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22 abril 2020

¿Qué hacer en laa Reserva de Fauna de Moremi, en Botswana (Delta del Okavango)?

Moremi es la mejor reserva de vida silvestre de África y, como no podría ser de otra forma, en ella se da protección a un gran número de animales y de plantas.  



Después de pernoctar en el hotel Sedia, en Maun; descansados, limpios y con las pilas recargadas, nos dirigimos en un Toyota 4X4 por una larga y lenta pista de arena a nuestro siguiente campamento, el Khwai Tented Camp, situado en el extremo noreste de la Reserva de Fauna de Moremi, a seis horas de Maun.


Hicimos una corta parada una vez pasado el poblado de Sogate.  Después, nos dirigimos a la puerta Sur de entrada a la Reserva de Moremi o Puerta Maqwii. 

En la Puerta, realizamos los trámites de entrada y aprovechamos para bromear y hacernos unas fotos con los huesos de elefante que adornan este puesto de guardia.



La pista atraviesa toda la Reserva de sur a norte, en linea recta, a través del bush de mopanes y acacias de la zona llamada Mopane Tongue. En alguno de los claros a los lados de la ruta, pudimos hacer los primeros avistamientos de grandes mamíferos y aves: avestruces, búfalos, cebras, alguna jirafa...


Moremi forma parte integral del ecosistema del Okavango y del Parque Nacional de Chobe, de los cuales está separado simplemente por líneas de mapa, sin vallas ni demarcaciones. Los animales se desplazan en libertad, sin obstáculos, a través de toda esta inmensa área geográfica formada por parques naturales, reservas de fauna y concesiones.

En 1962, fueron los nativos del pueblo batawana, y no el estado de Botswana, quienes decidieron convertir un coto de caza  en una reserva para detener la reducción de fauna en la zona (y fue la primera vez que esto ocurría por iniciativa popular en toda África).  Se trataba de proteger la región conocida como la Mopane Tongue, una lengua de tierra firme en una zona inundable en época de lluvias. Esta es la zona que estábamos atravesando de sur a norte en nuestro vehículo 4X4.

En la década de los 70, se añadió el coto real de caza del Jefe de Moremi, conocido como Chief´s Island y, ya en 1992, la reserva se completó con una franja de tierra al noroeste, entre los ríos Jao y Nqoga. 


Moremi es una zona muy plana, con extensas llanuras de inundación que se anegan durante la temporada de las lluvias.  Numerosas corrientes de agua y lagunas aguantan también durante la época seca.  En el recorrido, los guías nos citaron numerosos ríos, si bien, he de reconocer que sus nombres son difíciles de recordar y, lo que es más importante, sus cursos son imposibles de seguir sobre el terreno.



Finalmente, llegamos a la North Gate o puerta Khwai.  En esta zona, la mas septentrional de las vías fluviales del Okavango se va estrechando hasta tal punto que se hace practicable de lado a lado a través de un puente de troncos de madera.  



En las oficinas de esta misma puerta realizamos los trámites de recepción del Khwai Tented Camp, ubicado justo al lado, al sur del río Khwai.  Unos minutos para estirar las piernas, me permitieron curiosear la información a los guías sobre la ubicación de los animales principales en esta jornada.


Las parcelas del camping están repartidas a lo largo del río y en el interior de un bosque abierto al paso de todo tipo de animales. En el mismo camping vimos atravesar, a diversas horas del día: un chacal de lomo negro, un hipopótamo, impalas, monos babuinos, monos verdes, mangostas enanas, etc... 

Por la noche, la música de fondo estaba interpretada por hipopótamos (las notas graves).  Las voces correspondían a los babuinos, las múltiples especies de aves y a alguna aguda hiena que habitaba en los alrededores. Las luces del espectáculo nocturno: las luciérnagas en árboles y arbustos.

Por la tarde, nuestra primera salida fue por las pistas que van hasta Xakanaxa.   La ruta se dirige primero hacia el sur y, después, hacia el oeste a través de un territorio dominado por mopanes ancestrales y la laguna de inundación de Xuku, que estaba seca y plagada de animales en nuestro recorrido.

En las primeras llanuras, pudimos observar: impalas, cebras, tapis, ñus, gacelas, antílopes acuáticos ... 









En una zona abierta, camuflados entre la paja seca, una manada de leones, se disponía a cazar un impala que se había descolgado de su grupo.  Una escena emocionante que no llegó a culminar ya que, sin ninguna explicación evidente, la caza se abortó de repente y el impala rezagado pudo continuar su camino sano y salvo.





Una de las paradas de la pista está señalizada como "Hippo Pool" y conduce a un lago poco profundo donde los hipopótamos se sumergen viendo pasar el tiempo. Aburridos, a veces les da por bostezar.




Entre las aves, destacan en esta zona: gansos egipcios, patos crestones, las omnipresentes gallinas de Guinea, las cigüeñas de cuello blanco y muchas otras especies .
Solo está permitida la circulación por la Reserva hasta las 6 y media de la tarde. Al regresar a nuestro campamento, antes del anochecer, nos cruzamos con una manada de licaones en actitud de buscar alguna víctima para su cena. 

Los licaones (o perros salvajes, en inglés) son animales extraordinariamente inteligentes que cazan en grupo y siguen estrategias muy sofisticadas que les permiten abatirr antílopes tan grandes como el kudu, el tapi...

Dimos la vuelta y los seguimos para poder captar esta fotografía:


En el segundo día, nos levantamos a las cuatro y cuarto de la mañana para poder desayunar y aprovechar mejor toda la jornada, especialmente las horas matinales que son las de mayor actividad de los animales. 

Antes de subir al 4X4, leo lo siguiente en la guía Bradt , lo que aumenta mi motivación y mis expectativas para este gran día de safari:



"Es probable que puedas ver: ñus azules, cebras de Burchell, impalas, kudúes, topos, lechwes rojos, antílopes acuáticos, reduncas, jirafas, duikers, antílopes bosbok, raficeros comunes, jabalíes, babuinos y monos verdes..." 

"Los antílopes elan, sable y ruano también están por todo el parque pero son menos comunes..."

"El león, el leopardo, el guepardo y la hiena moteada tiene aqui colonias muy prósperas"  

"Moremi es un lugar clave para el licaón..."

"El elefante, el hipopótamo y el búfalo están aquí durante todo el año agrupados en grandes rebaños." 

"El chacal rayado y el de lomo negro también hacen acto de presencia.  La hiena parda aparece en ocasiones, pero es extraño verla.  Hay zorros orejudos... "

"Hay una gran variedad de mangostas, incluidas las rayadas, las enanas, las esbeltas, las meloncillo, las de agua y las Selous."



El recorrido comenzó siguiendo los pasos del día anterior, entre cebras, tapis, antílopes acuáticos y ñus.




Los leones del Okavango son famosos por su tamaño, por su fortaleza y por ser los únicos leones nadadores, ya que no tienen mas remedio que nadar cuando la crecida veraniega los deja aislados en islotes desprovistos de caza, sin nada que llevarse a la boca. En la Chief Island de Moremi se mantiene una pequeña población de leones que se alimenta de impalas  ñus, antílopes, búfalos...  Las manadas de estos animales son atacadas por varios leones a la vez, normalmente hembras, que buscan matar al ejemplar más débil de la misma. Los felinos son extraordinariamente musculosos, pues la caza y posterior arrastre de grandes piezas exige un enorme esfuerzo. 

Unas leonas, jadeantes por el esfuerzo realizado, han comido algunas partes más blandas del ñu que acaban de cazar y arrastrar con sus fauces hasta un lugar de refugio frente a otros depredadores.   La boca ensangrentada y la respiración profunda y acelerada, le dan un aire mayor de dramatismo a la imagen.



Los elefantes son muy numerosos en el Delta del Okavango. Las marcas de su paso y presencia son abundantes por todas partes: excrementos, árboles descortezados o derribados, caminos entre arbustos de paso de las manadas, etc.  Es fácil encontrarlos en las orillas de las zonas húmedas y los ríos, donde cuentan con agua y la vegetación es más abundante. Los elefantes no tienen problemas para desplazarse por este sistema acuático de poca profundidad y están omnipresentes en todas las partes del delta.

Un elefante se vino literalmente encima de nuestro vehículo por la parte anterior, incluso hace ademán de atacarnos, o de saludarnos, quién sabe.






Pero el premio mayor de la jornada fue el leopardo... el rastro de unas pisadas del animal llevó a nuestros dos guías a desplegar todas sus habilidades en una búsqueda espectacular que dio sus frutos al cabo de unos minutos.



El leopardo es un cazador solitario muy difícil de observar, caza de noche y pasa el día escondido o dormido entre las ramas de los árboles que los ocultan completamente. Hay, por tanto, que confiar en los guías locales para encontrarlos.


Os dejo con la puesta de sol tras una silueta de jirafa, sin más palabras, un gran colofón para un grandísimo día.




Puedes seguir leyendo más historias de Botswana en los siguientes enlaces:

1.- Gentes de Botswana:

http://blogdeviajesviajaryaprender.blogspot.com.es/2014/12/gentes-de-bostwana-un-paseo-por-el.html

2.-  Una jornada con los bosquimanos del Kalahari:

http://blogdeviajesviajaryaprender.blogspot.com.es/2014/12/un-magnifico-dia-en-botswana-en.html


10 enero 2019

Una descripción del El Delta del Okavango, en Botswana


Todos los ríos del mundo desembocan en el mar, en un río o en un lago.  ¿Todos...?.  No, todos menos uno que desemboca en la arena del desierto y, allí, desaparece.   

Se trata del río Okavango que nace en el sur de Angola (donde tiene el nombre de Cubango) y transcurre a lo largo de unos 1.000 km por tierras en dirección contraria al mar,, hacia el interior del continente. Al llegar a la frontera de Namibia, cambia su nombre por el de Okavango, y entra en Botswana donde se hunde dando lugar al mayor delta interior que se conoce.  Desaparece en este lugar, a mitad de camino entre océanos y en el centro del cono sur del mapa africano.


Nos hemos desplazado hasta Maun, “la puerta del delta del Okavango”. La ciudad es una mezcla de capital moderna y chozas para los indígenas.  Desde los años noventas d el turismo ha favorecido un rápido crecimiento de la ciudad en las dos riberas del río Thamallakane.


Maun posee numerosas tiendas, hoteles, restaurantes y bares, y en ella es posible alquilar vehículos especiales para viajar al delta o una avioneta desde la que desplazarse a alguno de los aeródromos que menudean en los pantanos. Este fue nuestro caso, utilizamos una avioneta para  llegar a nuestro alojamiento en pleno centro del delta


Aunque estemos en la zona del desierto del Kalahari. La imagen aérea del delta es sensacional: en mitad de la aridez  de esta zona del desierto, lenguas de agua tiñen de verde su recorrido hacia el sur.  El vuelo que se puede hacer en avioneta desde Maun ayuda a hacerse una idea magnífica de la zona.


El río avanza perfectamente ordenado, encauzado, formando una ancha ribera hasta llegar a la altura de Sepupa, lugar donde todo se desordena, se desborda. Es aquí donde empieza el delta interior, donde el río se bifurca en mil y una rutas diferentes (más cuanto mayor sea el nivel de agua ese año) creando un laberinto de islas, ríos, riachuelos, regueros, regatos… que decenas de kilómetros más tarde se esfuman, desaparecen.

Resulta que nuestro alojamiento es un barco-hotel que nos permitió realizar varios safaris por los brazos del río y contemplar cómodamente su flora y su fauna.

Este fue nuestro punto de partida para hacer una excursión en la piragua tradicional conocida bajo el nombre de mokoro.  Cada modorro admite un máximo de dos personas y el remero, que hace las veces de guía. 



Sentados en el suelo de la barca, avanzamos por lenguas de mansas aguas, casi quietas, transparentes ... El agua queda muchas veces camuflada por la vegetación que invade el lecho y su superficie y en ocasiones el barquero inventa el camino, empujándonos por encima de los juncos y nenúfares, sin demasiada dificultad.

Tras la cena, en la humedad de la noche, salimos en barca para realizar un safari nocturno equipados con linternas y con nuestras cámaras de fotos. En el silencio casi total cualquier ruido es perceptible. Os dejo tres maravillosas fotografías  características de lo que vimos en este safari nocturno:



04 enero 2019

Un día entre suricatos al norte del Salar de Makgadikgadi, en Bostwana



En Botsuana, al sur del Salar de Makgadikgadi, vivimos una experiencia inolvidable en compañía de una colonia de suricatos.




Desde que salimos de Gwetta en dirección al Salar ya se intuía que nos esperaba una jornada de grandes emociones. 

La primera parada fue en un baobab gigante, uno de los mayores de África que ya fuera referencia para Livingston y los primeros exploradores europeos.

Un momento de admiración de lo que es capaz la naturaleza.

Nuestra segunda parada de esta tarde nos deparó la sorpresa de contemplar a una familia de suricatos en plena acción. 



Son una especie diurna y de costumbres sociales.  Viven formando colonias de unos cuarenta individuos, en terrenos generalmente en lugares arenosos en los que excavan sus madrigueras subterráneas que solamente abandonan para ir a cazar y buscar su alimento.  Son animales que siempre excavan, ya que también lo hacen para buscar de sus alimentos. 


Los suricatos son principalmente insectívoros, aunque también se alimentan de invertebrados pequeños (arañas, escorpiones...), componentes vegetales (raíces) y huevos.  Buscan alimento de forma convulsiva ya que necesitan ingerir alimentos constantemente puesto que casi no almacenan grasa en su cuerpo. 


Por su pequeño tamaño y por carecer de elementos de defensa, los suricatos son presa fácil de múltiples depredadores entre los que se incluyen varias aves (principalmente el águila Marcial) y algunos mamíferos carnívoros.  La especie ha desarrollado una variedad de estrategias contra los depredadores. Estos comportamientos incluyen el estado de alerta por parte de los miembros más expertos de  la colonia que mantienen el cuerpo de manera erguida para otear mejor a los adversarios. Son animales, por tanto, que se ponen "en pie". 


Así, los suricatos buscan comida en grupos con uno de sus miembros actuando a modo de centinela en guardia constante. El suricato centinela ejerce su labor por alrededor de una hora cuando es relevado. Los cachorros de suricato no salen a buscar comida hasta que tienen un mes de edad y solamente bajo la vigilancia constante de los miembros más viejos del clan


Si advierten de algún peligro, estos vigías emiten llamadas de alarma, en cuyo caso, el resto de miembros de la colonia buscarán refugio rápidamente en una de sus múltiples madriguera. También han desarrollado un sorprendente instinto  de protección a los miembros mas jóvenes y débiles.  Gracias a este sistema, tienen una esperanza de vida que ronda los 12-14 años.


El suricato mide entre 25 y 35 centímetros de largo sin incluir la cola que puede tener hasta 25 centímetros. Tienen un peso promedio de 731 gramos para los machos y de 720 gramos para las hembras. 


Ya solo nos quedaba llegar a las cuencas del Makgadikgadi, una de las salinas más grande del mundo que ha sido declarada Parque Natural... Una zona desértica del color de la sal que ocupa nada menos que 12.000 km2, sin puntos de referencia, con solo el horizonte y el sol para orientarse.  La sensación de encontrarnos en mitad de la "nada". 



Hicimos el reparto de colchonetas con la intención de pasar la noche bajo una impresionante bóveda celeste plagada de estrellas, después de presenciar una impresionante puesta de sol... 


pero esto tendrá que quedar pendiente para nuestro próximo viaje por estas tierras.  La noche fue muy cubierta de nubes y perturbada por algunos instantes de lluvia.  

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