Egipto: desde Luxor a Obydos y Denderah

Es ésta y en próximas entradas en Viajar y Aprender os vamos a describir el recorrido en grupo que realizamos en el mes de noviembre de 2022 a través de Egipto. Con nosotros viajó Javier Pérez Sousa, compañero de carrera y de viaje, quien realizó un magnifico relato de la impresionante experiencia vivida a lo largo del territorio del Nilo.  La difusión de su relato y las reacciones tan entusiastas de todos sus lectores han hecho que su formidable trabajo titulado "EN LA TIERRA DE LOS DIOSES VENIDOS DE LAS ESTRELLAS" se convirtiera en la mas auténtica crónica de esta experiencia en común. 

https://www.icai.es/wp-content/uploads/2023/02/EN-LA-TIERRA-DE-LOS-DIOSES-VENIDOS-DE-LAS-ESTRELLAS-21-1-23.pdf

Con el máximo respeto a sus contenidos y contando con su autorización, reproducimos párrafos íntegros en cada uno de los posts que vamos a ir editando en sucesivas entregas.  He ilustrado los textos con fotografías que fui tomando en los diferentes lugares que se describen por el cronista.  

"Con nuestro viaje a la civilización del pasado íbamos a inaugurar inevitablemente otro, al Egipto real de hoy. Encontraríamos un país socialmente al límite, con 102 millones de habitantes, bajo un gobierno militar, muchos problemas de renta, analfabetismo y escolarización. Muy baja participación de la mujer y todo ello acompañado de una fuerte islamización". 

"Fuimos constatando todo esto al día siguiente, en el largo camino hacia Sohag, al norte de Luxor, donde se encuentra el maravilloso templo que Seti I mandó construir en Abydos al dios Osiris". 

"Pasando mucho desierto, huertos y campos de caña de azúcar fuimos introduciéndonos poco a poco en los misterios del antiguo Egipto de la mano de nuestro inolvidable maestro y guía Hissam que rápidamente nos bautizó cariñosamente como sus Habibis, cuyo significado en árabe sería algo así como: Mis queridos. "

"Nos quedamos boquiabiertos “al darnos de bruces” con el maravilloso templo edificado en mármol terminado por Ramsés II en el Reino Nuevo, mil trescientos años antes de Cristo"

"Nuestro primer contacto fue impactante: las salas hipóstilas, las capillas, los relieves que después de 3 mil años aún guardan su color y las altas columnas iluminadas por los rayos de luz exterior que a duras penas entraban a través de las ranuras. Allí tenían sus capillas los reyes y los dioses y empezamos a entender la cosmovisión de todos los templos que íbamos a tener el privilegio de visitar en nuestro viaje". 

"También nos hicimos nuestra primera foto". 

"Permítame el lector que relate solo una pincelada de la teología de los dioses más importantes que allí vimos y que de forma recurrente encontraríamos en los relieves de todos los templos que vimos después. 

Estaban los personajes de la tríada de Menfis formada por Osiris, el dios del inframundo y la eternidad, despedazado primero por el malvado Seth y reconstruido después por su amante hermana y esposa, la virtuosa Isis y su hijo Horus, el dios halcón. 

Horus, el bien, nos espera al final de nuestra vida para pesar las obras del corazón contra el peso de una pluma y darnos acceso o no, a la eternidad de Osiris. Nos viene a la mente la imagen del ángel San Miguel en el juicio final pesando las almas, ¿La importamos los europeos de aquí? 

También encontramos la segunda tríada, la tebana, posterior, integrada por el dios Ammon, el más grande de los dioses, creador y juez de todas las cosas, su esposa Mut, diosa de los cielos y su hijo adoptado Khonsu, escriba de los dioses, dios de la luna, viajero en el cielo de la noche. 

¿Cómo olvidarnos de la inquieta barca del sol? La barca de Ra en la que viaja el astro rey en un ciclo perpetuo comparable al ciclo eterno de la vida y de la muerte". 

Tras recuperar fuerzas con el primer “cous- cous”, atravesando el desierto, cogimos ruta hacia la polvorienta localidad de Qena, fuera del recorrido turístico tradicional, y muy cerca del núcleo fundamentalista, para descubrir otro maravilloso templo. 

Seguramente le agradó el templo de Denderah a la muy importante diosa Hathor a quien está dedicado. La diosa de los cuernos de vaca alrededor del disco solar sobre su cabeza, nodriza del halcón por encargo de su buena madre Isis que estaba buscando los trozos de Osiris por todo Egipto". 

"Diosa del amor y de la danza que con el paso de los milenios se trocó en una diosa terrible que casi destruye la humanidad". 

"Este precioso templo policromado de tonos azules fue el último construido para ella en época de los Ptolomeos y los romanos sobre el año 125 AC encima de los cimientos de los templos anteriores que datan del 2.300 AC". 

"Ciclópeas columnas, con los capiteles de la diosa, menos toscos que los del imperio nuevo. Los preciosos bajo relieves policromados nos hablan infinitas historias del mundo, del cielo, las estrellas y la eternidad que te dejan boquiabierto y levitando con la sensación de incorporar en tu vida la visión de algo que te supera".

     Textos: Javier Pérez Sousa                                          Fotografía: Carlos Marcos