En esta jornada de paseo nos espera una apoteosis de Renacimiento y Barroco, un recorrido por parte de los lugares más conocidos y característicos del carácter de esta ciudad de Roma.
Comenzamos por la iglesia de San Juan de Letrán (***), la catedral de Roma y primera de todas las iglesias de Roma y del mundo. Fue fundada por Constantino en el s. III . Mientras los cristianos son clandestinos, excavan las catacumbas para refugiarse de las persecuciones del Imperio. En el año 312 d.d.C., el Imperio romano se hace cristiano y, entonces los cristianos empiezan a influir fuertemente en la construcción de iglesias de culto en la ciudad. La catedral fue varias veces fue destruida y reconstruida. En 1646, Borromini diseñó el nuevo interior caracterizado porque en él se hallan las estatuas de los apóstoles, de la escuela de Bernini (*), situadas a lo largo de toda la nave.
También conviene concentrar la atención en el impresionante baldaquín de Urbano V, erigido en 1367 y decorado con frescos del s. XVI, bajo el cual se encuentra el altar papal. Mención especial requieren también los techos de la basílica (**)
Además, en la plaza de San Juan, es posible admirar el obelisco de Letrán, el mas alto de la ciudad, además del Baptisterio(*)
En la fachada principal, destacan las estatuas de los doce apóstoles como si fueren a saltar al vacío desde lo alto.
La Scala Santa, que según la tradición es la misma que subió Jesús para llegar a casa de Pilatos, que fue trasladada a Roma por la emperatriz Elena, madre del Emperador Constantino. Los 28 peldaños santos solo se pueden subir de rodillas, una penitencia que se celebra de manera especial el día de Viernes Santo. La Scala conduce a la capilla privada de los papas, el Sancta Sanctorum.
La Via Merulana nos lleva hasta Santa María la Mayor (***), otra de las grandes basílicas romanas que fue fundada en el 420 d.d.C. y que es la única que ha conservado su forma original, aunque la arquitectura es una gran fusión de estilos que van desde el paleo-cristiano hasta el barroco tardío. Su campanario, de 75 m. es el mas alto de la ciudad.
En el interior, destaca una fila de mosaicos del s. V reproduce escenas del Antiguo Testamento y la capilla de Pablo V de Bernini. En el altar mayor, debajo de un gran baldaquino, está el sarcófago en el que fueron colocados los huesos del evangelista San Mateo. El suelo es de mármol de estilo cosmati. Tanto el campanario, que es el mas alto de la ciudad, como los mosaicos del arco triunfal de la logia son medievales. El artesonado del techo es renacentista. Las fachadas, cúpulas y capillas son barrocas.
Al otro lado de la basílica, en la plaza de Esquilino, se levanta un obelisco egipcio que fue mandado traer a Roma por Sixto V. Desde esta plaza se disfrutan unas preciosa vistas de la fachada posterior y las cúpulas y cubiertas (**). Esquilino es uno de los barrios más multiculturales de la ciudad y abundan los restaurantes étnicos.
La siguiente etapa nos lleva a la colina y plaza del Quirinal (**). La plaza está rodeada de palacios de nobles fachadas, adornada por estatuas, un obelisco y una fuente. La plaza simboliza muy bien la elegancia de las plazas en Roma. El Palacio del Quirinal (**) es la residencia oficial del Presidente de la República. El segundo palacio es el de la Consulta.
Pasamos por la iglesia de San Andrés del Quirinal (**), edificada por Bernini en el s. XVIII. El interior es de planta elíptica, con capillas laterales rectangulares en una composición de planta prácticamente imposible. Dominan el mármol rosado, los estucos y los dorados.
La Iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes (**), acabada en 1641, es el edificio que mejor expresa la genialidad de Borromini, opuesto a Bernini. Cada curva viene seguida de una contra-curva dando lugar a un movimiento continuo de motivos convexos y cóncavos. Barroco en el estado más puro.
El Palacio Barberini (**), obra de Maderno, que finalizaron Borromini y Bernini, alberga una importante colección de pinturas, entre las que se en encuentra un excelente tríptico de Fra Angelico (***).
En la plaza, encontramos la Fontana del Tritón (*), que también traduce muy bien el arte en pleno movimiento de Bernini.
Bajando por la Via del Tritone, una de las más animadas de Roma, y, girando a la izquierda, encontraremos la famosa Fontana de Trevi, otro triunfo del estilo barroco.
La monumental fuente de Trevi (***) es el más espectacular de los innumerables estanques que animan las plazas y los rincones de Roma. Obra del arquitecto Salvi en 1735, la fuente es, al mismo tiempo, la fachada de un gran palacio.
Antiguamente, era costumbre hacer beber de la fuente al enamorado que partía a hacer el servicio militar, después se rompía el vaso para no olvidar nunca a Roma ni a la amada. Hoy en día, nadie bebe de la fuente pero queda viva una tradición de echar monedas para asegurarse el retorno a la Ciudad Eterna. Eso en el caso de que se lance una, ya que si son dos, significa amor con un romano o una romana, y si se lanzan tres, ¡boda!. Esta costumbre nació de la película "Tres monedas en la fuente" de 1954.
No muy lejos, se encuentra la Plaza de España, otro de los lugares más visitados de la ciudad. En la piazza di Spagna, tras la admirable fuente de la Barcaccia (la última creación de Pietro Bernini), se levanta una sugestiva escalera rococó, sobre la que tiene lugar el mercado de las flores, que conduce a un obelisco y a la iglesia francesa de la Trinitá dei Monti. En la parte alta de la escalera domina la iglesia de la Santísima Trinidad del Monte, con dos torres campanarios en forma de cúpula. A dos pasos se encuentra la famosa Vía Condotti, que alberga numerosas boutiques y tiendas de lujo.
Terminaremos este primer paseo en la Plaza del Popolo, al final de la Via del Corso. Es una plaza simétricamente perfecta, trazada por Valadier. En el centro de la plaza se levanta otro de los obeliscos transportados a Roma por orden de Augusto.
En uno de los extremos de la plaza se pueden ver dos iglesias gemelas: Santa María in Montesanto y Santa María dei Miracoli.
En el lado opuesto está la iglesia de Santa Maria del Popolo, que conserva los siguientes cuadros de Caravaggio: Saúl en el Camino de Damasco y La Crucifixión de San Pedro.
Finalmente, una buena opción para terminar esta jornada de paseo es contemplar el atardecer desde la terraza del Pincio, situada en el interior del jardín de Villa Borghese y a la que se accede por unas escaleras desde la misma plaza.
No olvides repasar la historia del arte de la Ciudad Eterna en le siguiente link:
http://blogdeviajesviajaryaprender.blogspot.com.es/2014/02/roma.html
Podrás seguir otros paseos por Roma en los siguientes links:
http://blogdeviajesviajaryaprender.blogspot.com.es/2014/02/paseos-por-roma-barrio-del-pantheon.html
http://blogdeviajesviajaryaprender.blogspot.com.es/2014/02/paseos-por-roma-el-coliseo-los-foros.html
Comenzamos por la iglesia de San Juan de Letrán (***), la catedral de Roma y primera de todas las iglesias de Roma y del mundo. Fue fundada por Constantino en el s. III . Mientras los cristianos son clandestinos, excavan las catacumbas para refugiarse de las persecuciones del Imperio. En el año 312 d.d.C., el Imperio romano se hace cristiano y, entonces los cristianos empiezan a influir fuertemente en la construcción de iglesias de culto en la ciudad. La catedral fue varias veces fue destruida y reconstruida. En 1646, Borromini diseñó el nuevo interior caracterizado porque en él se hallan las estatuas de los apóstoles, de la escuela de Bernini (*), situadas a lo largo de toda la nave.
También conviene concentrar la atención en el impresionante baldaquín de Urbano V, erigido en 1367 y decorado con frescos del s. XVI, bajo el cual se encuentra el altar papal. Mención especial requieren también los techos de la basílica (**)
Además, en la plaza de San Juan, es posible admirar el obelisco de Letrán, el mas alto de la ciudad, además del Baptisterio(*)
En la fachada principal, destacan las estatuas de los doce apóstoles como si fueren a saltar al vacío desde lo alto.
La Scala Santa, que según la tradición es la misma que subió Jesús para llegar a casa de Pilatos, que fue trasladada a Roma por la emperatriz Elena, madre del Emperador Constantino. Los 28 peldaños santos solo se pueden subir de rodillas, una penitencia que se celebra de manera especial el día de Viernes Santo. La Scala conduce a la capilla privada de los papas, el Sancta Sanctorum.
La Via Merulana nos lleva hasta Santa María la Mayor (***), otra de las grandes basílicas romanas que fue fundada en el 420 d.d.C. y que es la única que ha conservado su forma original, aunque la arquitectura es una gran fusión de estilos que van desde el paleo-cristiano hasta el barroco tardío. Su campanario, de 75 m. es el mas alto de la ciudad.
En el interior, destaca una fila de mosaicos del s. V reproduce escenas del Antiguo Testamento y la capilla de Pablo V de Bernini. En el altar mayor, debajo de un gran baldaquino, está el sarcófago en el que fueron colocados los huesos del evangelista San Mateo. El suelo es de mármol de estilo cosmati. Tanto el campanario, que es el mas alto de la ciudad, como los mosaicos del arco triunfal de la logia son medievales. El artesonado del techo es renacentista. Las fachadas, cúpulas y capillas son barrocas.
Y para que no se enfade mi amigo Fernando Blanco, también destacaré la columna de orden corintio, procedente de la basílica de Majencio, que sirve de pedestal a una estatua de madera de la Virgen, , que se encuentra en la plaza del mismo nombre de la basílica.
Al otro lado de la basílica, en la plaza de Esquilino, se levanta un obelisco egipcio que fue mandado traer a Roma por Sixto V. Desde esta plaza se disfrutan unas preciosa vistas de la fachada posterior y las cúpulas y cubiertas (**). Esquilino es uno de los barrios más multiculturales de la ciudad y abundan los restaurantes étnicos.
La siguiente etapa nos lleva a la colina y plaza del Quirinal (**). La plaza está rodeada de palacios de nobles fachadas, adornada por estatuas, un obelisco y una fuente. La plaza simboliza muy bien la elegancia de las plazas en Roma. El Palacio del Quirinal (**) es la residencia oficial del Presidente de la República. El segundo palacio es el de la Consulta.
Pasamos por la iglesia de San Andrés del Quirinal (**), edificada por Bernini en el s. XVIII. El interior es de planta elíptica, con capillas laterales rectangulares en una composición de planta prácticamente imposible. Dominan el mármol rosado, los estucos y los dorados.
La Iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes (**), acabada en 1641, es el edificio que mejor expresa la genialidad de Borromini, opuesto a Bernini. Cada curva viene seguida de una contra-curva dando lugar a un movimiento continuo de motivos convexos y cóncavos. Barroco en el estado más puro.
El Palacio Barberini (**), obra de Maderno, que finalizaron Borromini y Bernini, alberga una importante colección de pinturas, entre las que se en encuentra un excelente tríptico de Fra Angelico (***).
En la plaza, encontramos la Fontana del Tritón (*), que también traduce muy bien el arte en pleno movimiento de Bernini.
Bajando por la Via del Tritone, una de las más animadas de Roma, y, girando a la izquierda, encontraremos la famosa Fontana de Trevi, otro triunfo del estilo barroco.
La monumental fuente de Trevi (***) es el más espectacular de los innumerables estanques que animan las plazas y los rincones de Roma. Obra del arquitecto Salvi en 1735, la fuente es, al mismo tiempo, la fachada de un gran palacio.
Antiguamente, era costumbre hacer beber de la fuente al enamorado que partía a hacer el servicio militar, después se rompía el vaso para no olvidar nunca a Roma ni a la amada. Hoy en día, nadie bebe de la fuente pero queda viva una tradición de echar monedas para asegurarse el retorno a la Ciudad Eterna. Eso en el caso de que se lance una, ya que si son dos, significa amor con un romano o una romana, y si se lanzan tres, ¡boda!. Esta costumbre nació de la película "Tres monedas en la fuente" de 1954.
No muy lejos, se encuentra la Plaza de España, otro de los lugares más visitados de la ciudad. En la piazza di Spagna, tras la admirable fuente de la Barcaccia (la última creación de Pietro Bernini), se levanta una sugestiva escalera rococó, sobre la que tiene lugar el mercado de las flores, que conduce a un obelisco y a la iglesia francesa de la Trinitá dei Monti. En la parte alta de la escalera domina la iglesia de la Santísima Trinidad del Monte, con dos torres campanarios en forma de cúpula. A dos pasos se encuentra la famosa Vía Condotti, que alberga numerosas boutiques y tiendas de lujo.
Terminaremos este primer paseo en la Plaza del Popolo, al final de la Via del Corso. Es una plaza simétricamente perfecta, trazada por Valadier. En el centro de la plaza se levanta otro de los obeliscos transportados a Roma por orden de Augusto.
En uno de los extremos de la plaza se pueden ver dos iglesias gemelas: Santa María in Montesanto y Santa María dei Miracoli.
En el lado opuesto está la iglesia de Santa Maria del Popolo, que conserva los siguientes cuadros de Caravaggio: Saúl en el Camino de Damasco y La Crucifixión de San Pedro.
No olvides repasar la historia del arte de la Ciudad Eterna en le siguiente link:
http://blogdeviajesviajaryaprender.blogspot.com.es/2014/02/roma.html
Podrás seguir otros paseos por Roma en los siguientes links:
http://blogdeviajesviajaryaprender.blogspot.com.es/2014/02/paseos-por-roma-barrio-del-pantheon.html
http://blogdeviajesviajaryaprender.blogspot.com.es/2014/02/paseos-por-roma-el-coliseo-los-foros.html
Maravilloso recorrido. Este año tenemos previsto pasar quince días en Roma y este recorrido no me lo pierdo. Estaré pendiente de las demás recomendaciones. Mil gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarComo puedes comprobar, este es un recorrido de monumentos y plazas. Como sabes, Roma también son sus calles, sus patios, colores, sonidos, sensaciones... He señalado en este post lo más monumental de este paseo a pie. Hay que hacerlo despacio y con ánimo de descubrir los encantos menos conocidos que se encuentran dispersos por toda la geografía romana.
ResponderEliminar